JOVEN ME COMPRA CARAMELOS POR
FAVOR ?
x lisette chavarry reategui
x lisette chavarry reategui
El rostro pálido y sucio era
dueño de una mirada
tierna de niña , de una
silueta encogida soportando a
esa corta edad las piedras que
lanza la vida.
Con un insoportable sol que
marea a cualquiera, más
aun, cuando alrededor de tu
nariz pasa el humeante
olor de aceite grasoso que
baña a todo tipo de
frituras baratas, de esas que
venden en la plaza,
sobre todo a la hora del menú.
Con un sudor atroz y
empapándote hasta el trasero y si
no fuera que
todavía hay tipos que pueden comprarse
desodorante o limón, todo este
espacio sería un rebaño
de cerdos bañándose en la
pileta (si es que hay agua
ahí) y entre tanta
gente se mezclan los pirañitas,
delincuentes y rateros, y
entre tanta gente de rasgos
iguales no sabes quién es
quién. por si las moscas
caminas con tus cachivaches
bien agarrados y aseguras
tu plata, que solo te alcanza
para el pasaje, si
tienes carné universitario,
mejor.
Se siente un hambre fenomenal,
las tripas suenan y
ante tus ojos caen los más
diversos dulces, pasteles,
panes y todo tipo de delicias
que en ese momento pide
tu estómago, el precio es una
chingana y dudas en
disfrutar y acabar con tu
voraz hambre a cambio de
estar los próximos días
entablando amistad con el
water. Lo sientes mucho, eres
artista y periodista,
estás en un chamba brava y no
sabes cuando regreses a
tu casa pero te cagas de
hambre y estás algo misio,
entonces te compras lo más
rico,grasoso, grande,
mosqueado y barato que
encuentres. Te sientas en una
banca y disfrutas tener las
manos grasosas y la boca
llena.
Al rato sientes un retorcijón
en el estómago, tú te la
buscaste pues, no hay nada más
delicioso que tirarse
un pedo en plena banca cuando
se tiene ganas, mejor
así, nadie se sienta a tu
costado.
Te paras y no se te ocurre
otra cosa que comprar papel
higiénico, de los baratos con
hueco, caminas buscando
un lugar a donde ir, te
detienes, apretas el poto, te
sientes más aliviado. Vas
hacia Quilca , te cruzas con
la gente de siempre y con una
mirada cordial los
saludas. Entras al Queirolo y
le pides al mozo que
siempre te atiende que te
preste el baño. El mozo sin
importarle que gracias a todas
las chelas que a menudo
compras, puede estrenar hoy
ese tinte de pelo, dice
que la meada está a china y la
cagada una luca, porque
no hay agua. Le das 80
céntimos por tener PH y
mostrando carné universitario.
Los baños asquerosos, tienen
vómito en el lavatorio,
papeles tirados en el piso ,
porque no hay tacho y te
asqueas de poner el poto
blanco en el water blanco y
escuchas los
más extraños sonidos aguados con olor a
podrido .El espacio es tan
chico que el PH lo pones
entre tus piernas y cuando
sientes que te estás
aliviando se cae el rollo de
PH en aquella enorme masa
entre verde, marrón agua y
pedacitos de huevo con
maní, y entonces ya sin dolor
en la barriga sacas con
tu mano la pigricia de papel
que puedes rescatar y
haciendo lo imposible para que
alcance a limpiarlo
todo.
Ya quedó algo de limpio, qué
más da, y te subes el
pantalón y notas que tus manos
están sucias y ya no
hay papel, no hay agua, te
sacudes las manos y te
limpias en el pantalón y
hueles feo, feo, feo.
Sales del Queirolo y le
sonríes al mozo que
gentilmente ha permitido que
cages en su baño sin agua
por 80 céntimos. Caminas
oliendo a mierda, la gente te
mira, siempre la gente te
mira..
Entonces ves a niños
muriéndose de hambre y quizá a
ellos no les de churreta
cuando coman en la calle,
pero a ti si porque tienes
estómago fino y poto
blanco, pero bolsillo misio.
Entonces ves a niños
muriéndose de hambre y
quisieras ayudarlos, aunque sea
a uno.
Vas caminando y sientes que
alguien se prende de tu
pierna maloliente. Es una niña
y te preguntas porqué a
ti , si hay tanta gente formal
por la calle se viene a
prender de la pierna de un
pelucón despeinado, sin
afeitar con ropa hilachada
hindú comprada en el parque
de Barranco ,un par
de yanquis y una bolsa artesanal
y un aspecto de fumón recontra
antimaterial, todo
misio. Quizá porque eres
diferente . Caminas y el
renacuajo sigue prendida de tu
pierna maloliente
,entonces paras el andar
y con el rostro pálido y
sucio dueño de una mirada
tierna de niña ,de una
pequeña silueta encogida
soportando las piedras que
lanza la vida, la niña con una
dulce voz te dice
“joven me compra caramelos por
favor? “ y entonces
tú accesible a esa mirada,
incapaz de responder que
no, sacas los ripios del
bolsillo y con tus manos aún
oliendo a caca, coges
caramelos y frunas poniendo la
plata en la pequeña mano
inmunda de la niña. Avanzas y
volteas a l escuchar que la
misma niña te dice “¿
joven, me invita una fruna por
favor?” con tus manos
sacas una fruna, la niña abre
la boca como para que se
la pongas ahí, entonces tu
para no ser descortés le
pones a la niña la fruna e la
boca y te vas.
A unos pasos volteas y ves que
la niña te sonríe con
cierta amargura en la
boca.
1 comentario:
Un relato agridulce y descarnado que deja muy en claro que prima más la denuncia social que el valor literario, más la realidad en muchos casos supera la ficción
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